La cirugía mínimamente invasiva que corrige el tamaño, la posición o la forma de las orejas
Las aurículas no normativas suelen ser motivo de burla durante la infancia, llegando a causar hasta problemas de autoestima. Una condición común, con posibilidades de corrección más sencillas de lo que imaginas.
Orejotas, orejudo, duende o Dumbo son alguno de los motes que seguro ha recibido una persona cuya oreja no corresponda con las medidas o el aspecto entendido como ordinario. Según el estudio 'Escucha a tus orejas' realizado por el laboratorio Allergan a 450 personas con orejas prominentes de entre 25 y 60 años en 2016, el 46% de los encuestados admite haber sufrido burlas que les han llegado a hacer daño y el 23% afirma que tendría una mayor autoestima de no ser por ellas.
Al igual que cuando recibimos elogios o alguien reconoce nuestro talento, al creer en sus palabras, incrementa nuestra seguridad en nosotros mismos; un mal gesto, desprecio o insulto hacia alguno de nuestros atributos puede tener consecuencias negativas a largo plazo. La persona que los recibe tiende a desarrollar complejos que poco a poco pueden reflejarse su autoestima, convirtiéndose hasta en problemas a la hora de relacionarse con normalidad.
En los casos de orejas prominentes, de soplillo o contraídas, optar por no utilizar pendientes o disimularlas con el cabello son algunas de las estrategias que se utilizan para que pasen desapercibidas, tratando de evitar cualquier comentario con respecto a ellas. Estos gestos no consiguen siempre el efecto deseado. Si el sufrimiento o trastorno psicológico que se experimenta es grande, pasar por el quirófano suele ser el mayor de los deseos.
Desde Clínicas Dorsia, mirando siempre por conseguir el bienestar y satisfacción de nuestros pacientes, te contamos cómo la otoplastia, de manera sencilla, puede dejar atrás este complejo que suele acompañar desde la infancia a quien lo sufre.
¿Cuáles son los casos susceptibles de someterse a una otoplastia?
La otoplastia, u operación de orejas, está indicada para aquellos pacientes que deseen tener unas orejas acordes con sus proporciones faciales. La cirugía ajusta la posición y tamaño de las orejas (reduciéndolas si fuese necesario), ofreciendo unos resultados naturales y permanentes, con una cicatriz imperceptible. Hay diferentes motivos por los que una persona puede someterse a una otoplastia:
- Hellix valgus (oreja de soplillo). Este término adoptado del latín hace referencia a un exceso de separación entre la cabeza y el pliegue o hellix. La causa principal suele ser una insuficiente formación del segundo pliegue, el anti-hellix. En estos casos el objetivo de la cirugía será formar adecuadamente el pliegue antihelicoidal, acercando consecuentemente el hellix a la cabeza.
- Malformaciones congénitas como las orejas contraídas o microtias. La oreja microtia es una anomalía de nacimiento en las orejas del bebé. La oreja es más pequeña de lo normal y no se ha formado correctamente. Hay cuatro tipos diferentes de microtia, siendo el 1 es más leve y 4 el más notorio. En el tipo 1 la oreja presenta una forma normal, pero es más pequeña de lo usual. Se denomina tipo 4 cuando faltan todas las estructuras externas: anotia. Esta alteración puede afectar a una o ambas orejas. Sin embargo, lo más común es que haya una sola oreja afectada.
- Malformaciones adquiridas comoquemaduras o traumatismos. Las orejas que hayan sufrido algún traumatismo también son susceptibles de ser sometidas a una otroplastia. El resultado dependerá de la gravedad del altercado que la haya producido, pero sin duda mejorará la estética de la misma lo máximo posible.
¿En qué consiste la intervención?
Para aquellos que se plantean dar el paso, tenemos buenas noticias. La otoplastia no solo corrige sus anomalías aportado armonía en el rostro del paciente, sino que lo hace de manera mínimamente invasiva. La incisión por lo general suele hacerse por la parte posterior de la oreja, siendo apenas perceptible la cicatriz por su tamaño y ubicación.
Durante la cirugía se remodela el cartílago auricular, plegándolo en los puntos adecuados y modificando su tamaño si fuese necesario, proporcionando resultados muy naturales. En algunos casos es necesario tomar injertos de cartílago de la otra oreja o de las costillas. Se realiza bajo anestesia local, de forma ambulatoria y su duración es de aproximadamente una hora.
¿Cómo suele ser el postoperatorio?
Otra cuestión que suele preocupar a la hora de someterse a una otoplastia es el tiempo de recuperación y el proceso postoperatorio.
Tras la operación, se coloca al paciente un vendaje en la cabeza, que deberá llevar durante una semana, para que las orejas curen en posición correcta. Tras la retirada de dicho vendaje, se le dará una cinta elástica que deberá colocarse todas las noches para evitar una mala posición durante dos semanas.
Como puedes leer, se trata de un procedimiento sencillo en el que no suele ser necesario solicitar una baja laboral. Cortos periodos vacacionales como Navidad o Semana Santa pueden ser perfectos para someterse a una otoplastia, consiguiendo los anhelados resultados de manera permanente.
Si quieres cumplir tu sueño y lucir unas orejas más estéticas, puedes solicitar información detallada en la clínica Dorsia más cercana a tu ubicación o a través de Multiestetica.