La lipotransferencia será la cirugía de moda este año
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Todos tenemos, en mayor o menor medida, grasa que nos sobra y que está colocada en sitios en los que no debería estar. La liposucción es una de las técnicas más usadas para eliminar esa grasa localizada que no se va por mucha dieta o ejercicio que hagamos, pero ¿se le podría dar utilidad a esta grasa para mejorar otras partes de nuestro cuerpo? Indudablemente, sí.
Frecuentemente nos quejamos de que tenemos más grasa de la que nos gustaría en algunas parte de nuestro cuerpo y de que justo en aquella zona que queremos, no tenemos. Pues bien, eso es lo que se trata de solucionar con la lipotransferencia.
Muchos expertos en cirugía plástica y estética ya hablan de este tratamiento como uno de los que se va a convertir en tendencia a lo largo de este año. En lugar de recurrir a rellenos de silicona, ácido hialurónico, etc., ahora tenemos la oportunidad de hacer rellenos con grasa autógena y, por tanto, sin ningún riesgo de rechazo.
¿Qué es la lipotransferencia?
Este tratamiento se usa ya desde hace mucho tiempo, especialmente en el ámbito de la cirugía plástica. Es normal extraer grasa de aquellas zonas del cuerpo del paciente que tienen una mayor acumulación (los glúteos, el abdomen, etc.) y utilizarla para aportar volumen a otras zonas. Se usa, por ejemplo, en algunos casos de reconstrucción de la mama tras una mastectomía.
Pero cada vez con más asiduidad la lipotransferencia se emplea en la cirugía estética. Son muchos los pacientes que prefieren aportar volumen a sus senos o glúteos con grasa extraída de otra parte de su cuerpo en lugar de recurrir a implantes de silicona que, tarde o temprano, tendrán que ser reemplazados por otros.
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¿Cómo se lleva a cabo esta intervención?
Lo primero que hay que calcular es la cantidad de tejido adiposo que se necesita para conseguir el resultado deseado. La extracción se lleva a cabo de diferente forma en función de la cantidad de tejido graso que se necesite.
Si hace falta una cantidad importante de grasa para hacer el relleno, se suele extraer de la zona abdominal o de las caderas, que son las que normalmente acumulan más tejido adiposo. Además, en estas zonas hay una mayor concentración de células madre mesénquimas que se pueden reproducir a otro linaje de células sin ningún tipo de problema.
Cuando el retoque o relleno es pequeño, la extracción de la grasa se puede hacer de forma más sencilla, e incluso directamente con una jeringa.
En ambos casos lo normal es que la grasa se extraiga junto con otros tejidos y sangre, por lo que se hace un proceso de filtrado a fin de que el tejido adiposo que se va a transferir sea lo más puro y limpio posible. Esto disminuye el porcentaje de absorción de la grasa por el propio cuerpo.
En última instancia, se infiltra la grasa en la zona que se quiere remodelar o aumentar.
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Tipos de lipotransferencia
La lipotransferencia en glúteos es una de las más demandadas. Esta intervención se utiliza tanto para aumentar el tamaño de esta zona de la anatomía como para remodelarla. Lo que se hace es eliminar la grasa que sobra y usarla para aumentar el volumen del glúteo. Además de una remodelación, una elevación y un aumento del volumen, con esta intervención también se pueden corregir asimetrías.
La lipotransferencia en el rostro es un procedimiento muy sencillo, puesto que en estos casos no hace falta una gran cantidad de grasa para hacer el relleno. El tejido adiposo necesario se extrae rápidamente de cualquier parte del cuerpo con ayuda de una jeringuilla, se filtra y se puede inyectar en apenas unos minutos en los pómulos, los labios, la frente o cualquier otro lugar deseado. En este caso hay que tener en cuenta que la cantidad de grasa infiltrada es tan pequeña que es normal que, con el paso del tiempo, el cuerpo la reabsorba y se pierdan o disminuyan los resultados obtenidos con la intervención.
La lipotransferencia para aumento de senos no sustituye a una mamoplastia de aumento con prótesis de silicona. En función del cuerpo de la paciente, será más indicado un procedimiento u otro. Es decir, si la paciente tiene suficiente grasa en las zonas donantes, se puede hacer el aumento con grasa; en caso contrario, habrá que recurrir a los implantes. También se aconseja el uso de prótesis en aquellos casos en los que se busque que el aumento sea de más de una talla.
Ante un aumento del pecho se recomienda tratar con el cirujano la opción de aumento con prótesis y la de aumento con grasa autóloga. El especialista es el que mejor puede aconsejar sobre lo más recomendable en cada caso concreto.
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El principal reto de la lipotransferencia
Con la lipotransferencia prácticamente todo son ventajas, puesto que el aumento o relleno se hace con grasa del propio paciente, evitando así cualquier tipo de rechazo.
Sin embargo, el cuerpo tiene la capacidad de absorber grasa y es normal que con el paso del tiempo parte del relleno implantado se acabe absorbiendo y, por tanto, la zona tratada pierda volumen. Precisamente por ello, uno de los grandes retos para que esta técnica sea todavía más eficaz es reducir la reabsorción de la grasa. A día de hoy los especialistas señalan que la mejor manera de mantener los resultados durante el mayor tiempo posible es llevar una vida sana. Una dieta equilibrada ayuda a que no se vuelva a acumular grasa en las zonas en las que se ha eliminado. También evita que se pierda peso y, con ello, que se reduzca el volumen del relleno implantado.
Alimentarse bien y hacer ejercicio con moderación, así como una correcta hidratación, son esenciales para que la paciente se sienta y se vea bien, y los efectos de la intervención a la que se ha sometido se mantengan durante el mayor tiempo posible.
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