La técnica más novedosa contra las varices: el Endoláser
Pocas son las personas aquejadas de varices que no hayan oído hablar o a las que no les suene el término “Endoláser”. Y es que en los últimos años, esta técnica se ha erigido como la respuesta definitiva para combatir los vasos sanguíneos de las piernas que no funcionan correctamente.
En efecto, la mayoría de médicos especialistas opinan que el Endoláser es una técnica totalmente innovadora en el tratamiento de las varices que ofrece un amplio conjunto de ventajas sobre técnicas similares anteriores.
Qué son las varices
Las varices son aquellos vasos sanguíneos encargados de la misión de devolver la sangre al corazón pero que no realizan correctamente su función y se muestran dilatados. El motivo de su mal funcionamiento radica en que las venas de las piernas deben superar la gravedad para llevar la sangre en dirección superior y necesitan la ayuda de la pantorrilla.
Existen una serie de válvulas dentro de la vena que permiten que la sangre evite el reflujo (que la sangre fluya en ambas direcciones) y fluya en sentido hacia el corazón. El reflujo puede dar lugar a venas torcidas y abultadas, que se conocen como venas varicosas o varicosidades. Las dos principales venas superficiales de la pierna son la vena safena interna, que va desde el tobillo en su lado interno hasta la la ingle, donde drena en la vena femoral común, y la vena safena externa, que se origina en la cara externa del tobillo y va por la parte posterior de la pantorrilla hasta el hueco poplíteo donde drena en la vena poplítea.
Personas propensas a tener varices
El proceso de envejecimiento aumenta las posibilidades de desarrollar varices porque se pierde elasticidad en las fibras de colágeno y esto hace que sus paredes se debiliten, lo que permite que la vena se agrande. Pero existen otros factores de riesgo para las venas varicosas que incluyen antecedentes familiares de la afección, obesidad, embarazo y estar de pie o sentado durante largos períodos de tiempo.
Tratamientos para las varices
En la actualidad, para tratar las venas varicosas casi siempre se recurre a procedimientos mínimamente invasivos, que requieren anestesia local y se realizan de manera segura en centros de cirugía ambulatoria o consultas médicas.
El tratamiento en concreto dependerá de los grupos de venas que causan los síntomas. Por ejemplo, existe un tratamiento llamado termoablación endovenosa, que consiste en la inserción de un catéter en la vena safena interna o externa. Después de inyectar un medicamento anestésico en la piel a lo largo del área de la vena a tratar, la vena se calienta. Este proceso de calentamiento, o ablación, lleva menos de 10 minutos. La sangre que solía acumularse en la vena superficial tratada se redirige naturalmente al sistema de venas profundas. Los pacientes experimentan un alivio casi inmediato y se les anima a caminar inmediatamente después del procedimiento. El dolor, que rara vez es severo, se trata con medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno.
Las ventajas de la ablación endovenosa son que se puede realizar de forma ambulatoria, requiere anestesia mínima y la recuperación es rápida. Las complicaciones son raras. Estas ventajas son comunes al Endoláser, un procedimiento mínimamente invasivo alternativo a los tratamientos quirúrgicos como la extirpación venosa u otras técnicas como la escleroterapia. Esta última, también llamada esclerosis con espuma, consiste en la introducción de una sustancia que produce la fibrosis de la vena varicosa y con ello su posterior cierre.
En qué consiste el Endoláser
Por su parte, el denominado Endoláser o tratamiento láser endovenoso es una técnica mínimamente invasiva indicada exclusivamente para las venas varicosas (en especial de las piernas, donde las varices son más comunes ya que la sangre se bombea en contra de la fuerza de la gravedad) que consiste en insertar (mediante una punción) una finísima fibra óptica en toda la longitud del segmento afectado de la vena safena. También es posible introducir el láser a través de venas varicosas colaterales y es un escáner de ultrasonido el encargado de guiar el láser. Una vez insertada la fibra, se realiza la oclusión por descarga térmica láser que conducirá a un posterior proceso de fibrosis, reabsorción y desaparición de las venas afectadas.
La fibrosis es formación de tejido cicatricial, y resulta totalmente indolora. Se consigue iluminando las venas con el láser, lo que genera un calor que daña la vena, haciendo que se cierre y desaparezca.
El procedimiento dura normalmente una hora aproximadamente y se puede realizar con anestesia local sin la necesidad de sedación y, por tanto, con el paciente despierto.
El Endoláser está aprobado por la U.S FDA (organismo que controla todo lo referente a la sanidad en Estados Unidos) como técnica para el manejo mínimamente invasivo de las varices. La intervención se realiza bajo visión directa, en tiempo real, con ultrasonido Doppler, lo que permite tener un control de la acción directa de la fibra láser en el interior de la vena safena. Mediante esta técnica se evitan problemas de hematomas, infección de heridas, ingreso, etc que producen la cirugía clásica de las varices.
Ventajas del Endoláser
El endoláser tiene un amplio conjunto de ventajas, por ejemplo el hecho de que no requiere de cortes en la piel (ya que se hace de forma percutánea), pero además se realiza con cirugía ambulatoria con anestesia local (es una cirugía ambulatoria que no necesita ocupar salas de hospitalización y sin necesidad de anestesia general y/o epidural).
Otra ventaja es que es una intervención muy rápida, dura menos de una hora y el paciente una vez intervenido puede marcharse a casa caminando.
Finalmente el Endoláser ofrece excelentes resultados estéticos y también clínicos, con una eficacia mayor del 95% (es decir, superior a la cirugía clásica).
Para quién está indicado
El Endoláser está indicado para las personas que sienten que sus venas varicosas son antiestéticas y quieren quitárselas. En algunos casos, incluso, las venas varicosas pueden causar una considerable incomodidad por lo que es conveniente eliminarlas por motivos médicos.
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Preoperatorio y postoperatorio del Endoláser
Como en cualquier otro tratamiento, en la preparación para el tratamiento con Endoláser es fundamental la evaluación de un médico para cada caso individual, que además expondrá los riesgos al paciente. Ya que aunque es relativamente seguro, las posibles complicaciones incluyen quemaduras cutáneas, cambios en el color de la piel, daño en los nervios y trombosis venosa.
En cuanto a los cuidados postoperatorios, se espera cierta incomodidad después del tratamiento, y por lo general se requiere que los pacientes usen una media de compresión durante una semana después del procedimiento, sin embargo, podrán reanudar su actividad diaria muy rápidamente. Para más información consulte a un especialista.
