Ansiedad por la comida: ¿cómo puede ayudarnos la acupuntura?
Según la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), un 40% de la población afirma consumir más alimentos cuando experimenta situaciones de ansiedad o etapas con más estrés. Esta conducta es nombrada como “comer emocional” y, además de afectar al peso, también genera culpa y un malestar generalizado en el estado de las personas que lo padecen.
Con el inicio de un nuevo año la mayoría de personas se proponen unas metas a cumplir, y no en pocas ocasiones entre estos propósitos se encuentra un cambio en la alimentación o la pérdida de peso; pero no está de más recordar que la relación con la comida no solo depende del apetito que tengamos, y que también entran en cuenta factores como el estilo de vida o nuestra gestión emocional.
En Clínica FEMM contamos con el tratamiento de acupuntura, y la Dra. Isabel Gómez, especialista en medicina integrativa, nos explica en este post cómo puede ayudarnos con nuestra relación alimenticia.
¿Cómo puedo diferenciar cuando tengo hambre o quiero comer por ansiedad?
Es muy difícil poder diferenciar, y más en el momento en el que tenemos el impulso de comer, cuando el hambre es “real” y cuando no lo es y es por ansiedad, pero es necesario poder identificarlo para lograr tener una buena relación con la comida y una buena alimentación.
La doctora nos da unos tips para poder identificarlos:
El hambre verdadera, “real”, o hambre física se va desarrollando gradualmente y suele estar acompañada por señales físicas, tales como sonidos gástricos, sensación de vacío y debilidad, secreción de jugos gástricos… Y esto es debido a que nuestro organismo nos está alertando de que a nuestro cuerpo le faltan nutrientes.
Sin embargo, cuando tenemos hambre por ansiedad, o la también conocida como “hambre emocional”, no es provocada por nuestro cuerpo y sus necesidades, sino que es provocada por nuestras necesidades psicológicas. Está asociada a impulsos repentinos que nos incitan a buscar alimentos reconfortantes como dulces o snacks; y frecuentemente tras la ingesta de estos surgen sentimientos de culpa y malestar.
En ciertas situaciones, como en las reuniones familiares, compromisos sociales y la disponibilidad e inmediatez de alimentos con mucho azúcar o muy grasos hacen que resistirse a estos antojos que se confunden con hambre sea muy complicado.
¿La acupuntura puede ayudarme con el hambre por ansiedad?
La respuesta es que sí. La medicina integrativa nos ofrece tratamientos para poder abordar nuestra ansiedad por comer cuando esta se ha convertido en un problema.
¿Con qué se trata? Suele recurrirse a sesiones de acupuntura y terapia neural, ya que en ellas ayudaremos a nuestro sistema nervioso a regularse y también equilibraremos nuestras emociones, que son las que nos producen esta ansiedad por comer en ciertas ocasiones.
La doctora nos indica que gracias a estas técnicas trabajaremos sobre el plano físico, pero también sobre el plano emocional. Promoveremos la liberación de neurotransmisores que asociamos al placer, tales como las endorfinas, la serotonina o la dopamina.
En concreto, con la acupuntura conseguiremos regular el flujo energético de nuestro cuerpo, ayudándonos a controlar la ansiedad y estrés, y, por lo tanto, el hambre por ansiedad al no necesitar los alimentos como un consuelo a unos síntomas psicológicos. Además, lograremos una sensación de calma y bienestar, y abordaremos el problema desde su origen.
¿En qué consiste una sesión de acupuntura?
La acupuntura es una técnica tecnológica sanitaria médica desarrollada hace miles de años y que se basa en teóricas de la medicina tradicional china. Actualmente, esta técnica se ha ido actualizando gracias a los avances científicos occidentales y cuenta con evidencias comprobadas.
La acupuntura obtiene resultados terapéuticos tanto a nivel local como sistémico, que se fundamentan en la neuromodulación, que ocurre gracias a señales que envía el sistema nervioso y a los intermediarios bioquímicos que actúan entre las células de nuestro sistema conectivo.
Las sesiones de acupuntura comienzan con la evaluación de la historia clínica del paciente para poder tratar de forma personalizada la patología que padece.
Posteriormente, se colocan unas agujas muy finas en puntos estratégicos del cuerpo, en el caso de tratar el hambre por ansiedad, estos puntos están relacionados con la regulación del estrés y con el control del apetito. Gracias a las agujas conseguiremos estimular la producción de sustancias químicas que favorecerán la relajación y el bienestar del paciente.
En cuanto a la duración, siempre depende de cada caso concreto y de la evolución del paciente, pero la doctora recomienda un tratamiento de unas 8 a 12 sesiones, espaciándolas en una vez a la semana al menos desde el inicio. Una vez que los resultados se vayan consiguiendo, podremos realizar el tratamiento en sesiones más espaciadas para mantener los resultados.
La doctora indica que es relevante combinar estas sesiones de acupuntura con atención psicológica, terapia neural o consultas de nutrición, para potenciar sus beneficios y cambiar los hábitos que comprometen a tu bienestar.
Cada paciente merece una atención personalizada para valorar cuál es el tratamiento que mejor se adapte a su caso, por ello te animamos a agendar una cita con nosotros en Clínica FEMM para que nuestros especialistas te puedan ayudar a mejorar tu bienestar y calidad de vida.
