Diccionario Médico: J
Jabón neutro
Un jabón neutro es aquella sustancia jabonosa cuando tiene un pH de 7, es decir, su medida del grado de acidez o alcalinidad está en el punto medio de la escala. Sin embargo, en la industria cosmética, la mayoría de jabones que se publicitan como neutros tienen un pH similar al de nuestra piel: 5,5.
El jabón neutro tiene muchas ventajas sobre los jabones tradicionales, ya que está fabricado con componentes naturales y biodegradables. Entre estas múltiples ventajas es que se adapta a todo tipo de pieles sin provocar reacciones adversas en algunas personas. Además, es hipoalergénico, no reseca la piel, no daña el medio ambiente ni perjudica los ecosistemas, siendo normalmente más económico de producir. Otras características que podemos encontrar relacionadas con los jabones neutros son no contener grasas animales ni productos químicos añadidos como colorantes, conservantes, parabenos, ftalatos, SLS o SLES.
Por su alta capacidad hidratante, antiirritante y suavizante de la piel, el jabón neutro está muy indicado para personas con piel grasa que deben lavarse intensivamente el rostro o la peil del cuerpo para solicionar problemas relacionados con granitos, eccemas, pruritos... También para bebés y personas de edad avanzada o simplemente para quiénes tienen la piel seca o incluso aquellas que tienen la piel atópica o dermatitis atópica
La mayoría de jabones neutros están fabricados con aceites naturales (de laurel, de oliva, etc) junto con otros ingredientes como perfumes o cristales de sal mineral.
Jabones abrasivos
Los abrasivos son todas aquellas sustancias que tienen como finalidad actuar sobre un material para desgastarlo, y como consecuencia limpiarlo. De hecho, "abrasivo" significa que se raspa o se frota un objeto duro friccionandolo. Este es precisamente el proceso que usan algunos jabones tradicionalmente para limpiar mejor la piel de nuestro cuerpo, mediante multitud de pequeñas partículas que frotan la piel y la dejan más limpia.
Sin embargo, este tipo de productos químicos están desaconsejados en múltiples circunstancias y para determinadas personas. Por ejemplo, una parte significativa de la población tiene problemas de piel, ya se piel atópica o problemas de acné u otros, y en tales casos está totalmente desconsejado el uso de jabones abrasivos. También durante el invierno es importante el uso de jabones suaves, no abrasivos, ya que ayudan a mantenerla hidratada en condiciones adversas. A muchas personas los jabones abrasivos les provocan irritaciones, eczemas y resequedad en la piel.
En medicina estética, se recomienda el uso de jabones neutros en personas que se han sometido a un tratamiento recientemente, por ejemplo, de depilación, cavitación, drenaje linfático, mesoterapia o criolipólisis.