Dapsona

Dapsona es el nombre de un medicamento que pertenece a la clase de los llamados antibióticos de sulfona, cuya acción consiste en detener o retardar el crecimiento de las bacterias en la piel, disminuyendo además la posible inflamación.

En medicina estética la dapsona se usa fundamentalmente en el tratamiento del acné, tanto en niños, como en adolescentes y adultos. El funcionamiento de este medicamento, que se acostumbra a aplicar como un gel, es básicamente aplicándolo directamente en la piel una o dos veces al día durante aproximadamente tres meses, periodo de tiempo en el cual ya pueden verse los resultados..

Decoloración

La decoloración de zonas de la piel es un problema que preocupa a muchas personas que visitan las consultas de los médicos dermatólogos. Se trata de un síntoma que no obedece a una patología concreta, sino a multitud de trastornos, desde simples problemas de pigmentación de la piel a problemas de salud más generales.

La decoloración de la piel por motivos normales obedece simplemente a la pérdida del bronceado al disminuir la exposición solar tras el verano. Dejando eso a un lado, las causas patológicas de la decoloración de la piel por motivo de enfermedades más comunes son:

• El vitiligo, que se trata de una enfermedad autoinmunitaria que provoca pérdida del color de la piel formándose intensas manchas de color blanco
• La pitiriasis alba es bastante común y da como resultado que algunas partes tengan color claro. Las manchas se inician como lesiones ligeramente rojas y escamosas en la cara, la parte superior de los brazos, el cuello y en general en la zona superior del cuerpo.
• La tiña versicolor es una enfermedad causada por un hongo que además deja la piel fina, seca y escamosa
• La lepra, actualmente nombrada como enfermedad de Hansen, que es causada por una bacteria que deja la piel sin sensibilidad y con un color tenue y decolorado.
• La enfermedad de Addison, que se da cuando el cuerpo de algunas personas no produce suficiente cortisol, la hormona relacionada con el estrés, y por ello se da un oscurecimiento de la piel en zonas muy específicas (cicatrices, pliegues, codos, rodillas y nudillos)
• Mucho menos común que las anteriores es la esclerodermia, una dolencia autoinmunitaria grave por la cual ciertas partes de la piel toman un aspecto decolorado, brillante y endurecido

Dehiscencia

La dehiscencia es una palabra que se usa en medicina para describir la circunstancia en que se han separado dos zonas del cuerpo por una fuerza mecánica directa, produciéndose una fisura. En cirugía estética se habla de dehiscencia habitualmente durante el periodo de recuperación, cuando una herida se separa o se abre de golpe, muchas veces sobre una línea de sutura.

La dehiscencia tiene mucha relación con una falta de colágeno en la piel, que da como resultado el desarrollo deficiente de matriz extracelular. Esto ocurre en gran proporción en pacientes con diabetes y obesidad, pero también en casos de trauma posquirúrgico sobre la herida o mala técnica de sutura.

La dehiscencia de la herida quirúrgica es la complicación más frecuente de las mastopexias o las reducciones de pecho. Esta dehiscencia tiene lugar muchas veces en la unión de los 3 colgajos cutáneos en la T invertida. Afortunadamente la solución es bastante sencilla y efectiva, necesitando unos días de apósitos hidratantes (ungüentos grasos) para favorecer el cierre secundario o espontáneo de la herida.

Dermoabrasión

La dermoabrasión es una de las técnicas más efectivas de las que dispone la medicina estética para el rejuvenecimiento de la piel. La dermoabrasión utiliza un dispositivo de rotación rápida para eliminar la capa externa de la piel y favorecer que nazca piel nueva (más lisa y joven).

El éxito de la dermoabrasión estos últimos años estriba en el hecho de que además del efecto rejuvenecedor de la piel también ayuda a combatir las arrugas faciales y mejorar la apariencia de muchos problemas de la piel, incluidas las cicatrices del acné, las cicatrices después de una cirugía, las manchas de la edad y problemas como patas de gallo o líneas de marioneta.

La dermoabrasión requiere del suministro previo de anestesia local y de varias semanas de regeneración de la piel, que se mostrará enrojecida en un inicio.

Dermatitis seborreica

En dermatología, la dermatitis seborreica es un trastorno muy frecuente de la piel del cuero cabelludo que consiste en la aparición de manchas escamosas y del enrojecimiento de la piel, pero principalmente de caspa persistente y abundante. Aunque en la mayoría de pacientes se da relacionada con el cabello, en algunos la dermatitis seborreica también afecta a rostro, nariz, cejas, orejas, párpados y otras zonas oleosas del cuerpo como el pecho.

La dermatitis seborreica es una enfermedad benigna que puede desaparecer sin necesidad de tratamiento alguno. En el caso de precisar de tratamiento se suele recomendar limpieza diaria con un jabón y champú suaves para reducir la oleosidad y la acumulación de piel muerta.

Otros nombres para dermatitis seborreica son “caspa”, “eccema seborreico” y “psoriasis seborreica”. Como curiosidad, en los bebés, esta enfermedad es conocida por todas las madres como “costra láctea” que hace aparecer en el cuero cabelludo de sus bebés parches secos y escamosos.

Dermis

La dermis es la capa intermedia de la piel humana, cuya importancia es capital en todo tipo de procesos de nuestro cuerpo. Por encima de la dermis está la epidermis y por debajo la hipodermis, ambas formadas a su vez por otras sub-capas con funciones específicas

La dermis está formada entre otras estructuras por tejido conjuntivo, vasos sanguíneos, glándulas sebáceas y sudoríparas, nervios y folículos pilosos. Está compuesta por macrófagos y linfocitos (es decir células del sistema inmunitario) pero sobre todo de dos proteínas fundamentales que le dan a nuestra piel ese aspecto elástico pero firme: el colágeno y la elastina. Tanto los fibroblastos como las metaloproteinasas son los responsables de la degradación de esas dos proteínas estructurales, es decir, del envejecimiento de la dermis.

Dermolipectomía

En cirugía estética se usa el término dermolipectomía para todas aquellas intervenciones que consisten en la eliminación del exceso de grasa y piel para devolver firmeza y tonicidad a la zona. La dermolipectomía suele realizarse en vientre, glúteos y zona superior de las extremidades, y puede ser de dos tipos en función de su extensión:

• dermolipectomía, cuando el exceso de grasa y piel se da en una zona suficientemente amplia
• mini-dermolipectomía

Muchas dermolipectomías tienen que ver con aumentos de peso bruscos o graduales en varios años o por cambios en el cuerpo de una mujer tras el embarazo.

El ejemplo paradigmático de dermolipectomía es la dermolipectomía abdominal para el abdomen blando, con estrías, grasa localizada y pérdida de tono muscular sobre el que se realiza la cirugía mediante una incisión similar a una cesárea que tendrá forma de media luna pero quedará totalmente disimulada por la ropa interior o bikini. En ocasiones es un procedimiento ambulatorio y en otras requiere de anestesia general y sedación profunda.

Diástasis

La diástasis es un término que se usa en medicina para explicar la situación de esas personas cuyos músculos del abdomen están separados permanentemente, debido a hernias umbilicales, al aumento del volumen de la tripa en personas con sobrepeso y en especial al embarazo.

La diástasis de los rectos abdominales se produce con la separación de los lados derecho e izquierdo del recto mayor del abdomen (dos músculos simétricos que se encuentran en la cara abdominal anterior y que van desde las costillas hasta el propio pubis). Esta separación es producto de que el tejido conjuntivo rico en colágeno que une estos músculos se debilita por la acción mecánica y por una alta concentración de estrógeno.

Se trata de una dolencia habitualmente estética, que da como resultado un abdomen abultado y flácido, pero la diástasis de estos músculos puede afectar más o menos gravemente a algunas funciones corporales, como la postura recta del cuerpo, problemas de flexibilidad y flexión del tronco, problemas relacionados con la respiración, la defecación, la micción, la risa, la tos o el estornudo. Muy habitualmente esta dolencia puede provocar la debilidad del suelo pélvico y generar incontinencia urinaria, prolapsos, dolor pélvico y también problemas digestivos como gases, estreñimiento o malas digestiones

En algunas ocasiones la diástasis va acompañada de hernias umbilicales porque la pared abdominal no es capaz de mantener las vísceras en su posición.

Discrasias sanguíneas

La discrasia sanguínea es un conjunto de enfermedades graves relacionadas con la sangre o enfermedades hematológicas, incluyendo la anemia y cánceres como el linfoma y la leucemia. Las discrasias pueden afectar tanto a los componentes sanguíneos plasmáticos o celulares, los tejidos linfáticos como a la propia médula ósea, causando coagulación de la sangre o sangrado excesivo.

Aunque se trata de un concepto muy amplio que se usa en ocasiones de forma variable y confusa, en la mayoría de los casos, los médicos usan el término discrasia sanguínea para ilustrar cualquier enfermedad que afecte la sangre, el tejido linfático, la médula ósea y las proteínas de coagulación de la sangre. A veces también aparece como todos aquellos efectos secundarios asociados con un medicamento en investigación que afecten a los tejidos sanguíneos.

Dismorfofobia

La dismorfofobia, también llamada trastorno dismórfico corporal es un trastorno mental que genera una imagen distorsionada del propio cuerpo, muchas veces en personas que no tienen ningún tipo de defecto o deformación objetiva.

A pesar de ello, determinadas personas extremadamente críticas con su aspecto físico desarrollan un trastorno obsesivo con relación a una zona de su cuerpo que consideran que no es correcta y eso les genera ansiedad y tristeza. En casos extremos esta dismorfofobia deteriora el desempeño social o laboral de estas personas, hasta el punto de manifestar síntomas ansioso-depresivos severos, el desarrollo de otros trastornos de ansiedad y aislamiento social.

Alrededor del uno o dos por ciento de las personas pueden ser diagnosticadas con dismorfofobia, una situación que se considera crónica y cuyos síntomas tienden a persistir o empeorar con el tiempo.

El aspecto con el cual estas personas están en conflicto puede ser percibido o no por los demás como un defecto, pero incluso si lo es, la persona lo vive de una forma exagerada. La cirugía estética no suele ser una solución para la dismorfofobia, si no va acompañada de una evaluación e intervención psicológica o psiquiátrica.

Distrofia muscular

La distrofia muscular es un conjunto de más de 30 enfermedades graves que provocan debilidad progresiva y pérdida de la masa muscular, muchas veces por problemas en las proteínas encargadas de la producción de tejido muscular.

Algunos tipos de distrofias musculares aparecen en la infancia o la niñez; otras no aparecen hasta la edad adulta, pero en todo caso siempre tienden a empeorar a medida que los músculos se debilitan, de forma que la mayoría de las personas con esta afección tarde o temprano pierden la capacidad de

Aunque actualmente no existe una cura para la distrofia muscular, es posible controlar los síntomas y prevenir complicaciones con algunos medicamentos, cirugías, fisioterapia y terapia del habla y dispositivos ortopédicos.

Dorso nasal

El dorso nasal o dorso de la nariz es la línea que va del inicio superior de la nariz al vértice o punta de la nariz. Este dorso nasal está formado por los huesos nasales propios y los cartílagos triangulares externamente a modo de tejado, y además el tabique nasal a modo de cimiento interno.

En la cirugía estética las principales intervenciones relacionadas con el dorso nasal son las rinoplastias, por ejemplo la resección de la giba, tras las cuales es importante reestructurar la nariz de forma precisa para evitar problemas funcionales y estéticos.

En cuanto al aumento del dorso nasal, existen diversas técnicas, muchas de ellas basadas en injertos autólogos debido a su biocompatibilidad y a su menor riesgo de infección y exposición. La técnica de cartílago troceado envuelto en fascia temporal se ha popularizado porque evita la visualización de los injertos a través de la piel del dorso nasal.