La depilación definitiva en la zona íntima
Las solicitudes para realizar este tratamiento, que elimina de manera permanente y definitiva el vello de la zona íntima, han aumentado durante los últimos años.
El vello en las partes íntimas siempre será un buen tema de debate; algunos están a favor de conservarlo, mientras habrá quienes se inclinan más por la parte estética y deciden terminar con el de manera definitiva. Veamos cuándo se indica.
Perfil de las pacientes
El tratamiento de fotodepilación es muy demandado por las mujeres que tienen una edad comprendida entre los 20 y 35 años, mujeres activas, que disfrutan de la vida y cuyas profesiones requieren, en la mayoría de los casos, una imagen perfecta; mujeres como modelos, actrices, atletas, etc.
No obstante, últimamente, las solicitudes para este tratamiento de depilación proceden de un público más amplio y diversificado. Un público que no precisamente es de un rango entre 20 y 35 años, y no necesariamente se tiene que ser modelo o incluir el aspecto físico para que se luzca una zona íntima totalmente depilada. La fotodepilación amplia su target, viendo actualmente a mujeres como amas de casa, jóvenes estudiantes, o de cualquier profesión, optar por este tratamiento. ¿Cuál es el fin? Lucir su monte de Venus totalmente limpio, liso y terso. Entre los motivos principales, está la estética, comodidad. Aunque también influye el tener una relación de pareja.
¿Cuáles son las áreas que pueden fotodepilarse?
Las áreas a tratar son diversas, ya que se puede tratar las ingles, la zona del Monte de Venus o vulva, los labios grandes y la zona perianal (que puede incluir el perineo y el espacio comprendido entre el ano y los genitales), así como también los glúteos (entre las nalgas).
La única área que no se puede fotodepilar es aquella que comprende los labios menores, puesto que allí no hay vello, a pesar de que muchos pacientes no lo crean.
Con la fotodepilación, toda tu zona íntima lucirá libre de vello y es increíble saber que este tratamiento incluso también aporta a la parte emocional de las mujeres, obteniendo más confianza en sus relaciones íntimas y seguridad.
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Áreas a distinguir
Cuando se habla de un tratamiento de depilación íntima es importante diferenciar distintas zonas, así te será más fácil distinguir cuál es la que se adapta más a tus necesidades:
- Zona normal, que incluye el vello que sobresale de la ropa interior, conocido comúnmente como "ingles".
- Zona ampliada, que incluye las ingles, la zona del pubis (se puede definir una línea horizontal) y los glúteos. Este tipo de depilación comprende 2 cm más al interior con respecto a la zona normal.
- Zona bikini completa, que comprende los labios mayores y todo el vello de la zona púbica.
¿Cuáles son las ventajas de la depilación íntima?
Una de las principales ventajas de la depilación de la zona íntima es la libertad de no tener que preocuparse más por la eliminación del vello cuando se practica una actividad (ya sea deportiva o profesional, en el caso de modelos, actrices, etc., actividades que necesitan siempre una piel limpia y perfecta), pero también es importante por cuanto ayuda a prevenir continuas irritaciones y ciertas patologías cutáneas, como la foliculitis, pues en ocasiones al acudir por otras alternativas, se pueden ocasionar daños o irritación a esta parte delicada de la mujer.
En general, la depilación íntima da una sensación de higiene. Además, desde un punto de vista fisiológico, hace sentir a la mujer más joven, con una mayor sensación de bienestar personal, sobre todo en torno a su vida sexual y a la hora de practicar deporte.
Foto de spanish.best-laser.com
¿Puede considerarse la depilación íntima una solución al problema de los vellos encarnados?
Sí. Muchas pacientes acuden aconsejadas por especialistas en dermatología y ginecología para remediar el problema de los vellos encarnados. Hasta la fecha, la fotodepilación es la única solución eficaz para tratar este problema, terminando así con la molestia que ocasiona este tipo de vello.
Otras indicaciones del tratamiento
Son muchas las pacientes que sufren enfermedades del folículo piloso, causante no solo de la foliculitis y pseudofoliculitis, sino también de quistes inguinales que requieren de una incisión quirúrgica. Estas pacientes vienen recomendadas por ginecólogos, que les aconsejan someterse a este tratamiento con el fin de eliminar el vello, responsable de estas patologías.
Sistemas utilizados para la depilación íntima
A priori, puede usarse cualquier sistema de fotodepilación, como el láser de diodo, el láser Alejandrita, la clásica luz pulsada o el innovador sistema "IPL LEO". El inconveniente estriba en que todos estos métodos necesitan la aplicación de un producto en gel que hace que el tratamiento sea más fastidioso para la paciente.
En algunos centros especializados se emplea una alternativa viable al gel, que combina el láser Alejandrita con un sistema especial de aire, método que aumenta el confort de la paciente.
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¿Es indoloro el tratamiento?
La eliminación del vello de la zona íntima es más incómoda respecto a otras zonas del cuerpo, pero no es dolorosa. Se recomienda que la paciente se aplique una crema anestésica (con lidocaína al 4%) unos 35-45 minutos antes de comenzar el tratamiento, evitando, de este modo, cualquier malestar durante el proceso. Como el grosor y la cantidad de vello disminuyen progresivamente, las pacientes pueden soportar mejor el tratamiento conforme este avanza, evitando con ello la aplicación de cremas anestésicas, ya que el procedimiento es menos complicado.
¿Puede volver a crecer el vello eliminado?
Probablemente, serán necesarias algunas sesiones de mantenimiento. Es necesario saber que el vello del pubis es muy susceptible a crecer a causa de los cambios hormonales, por lo que es posible que durante el embarazo este vuelva a salir.
Indicaciones para la primera depilación íntima
3 o 4 días antes de someterse a la depilación de la zona genital, es importante que la paciente haya rasurado el vello con una maquinilla eléctrica o una cuchilla. Asimismo, la higiene de la piel genital también es fundamental antes de iniciar el método.
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