"Contra la alopecia no existen los milagros, sí las soluciones. Y cada paciente tiene la suya"
Con la llegada de la primavera, muchos notamos como nuestro cabello comienza a caer de forma más abundante, más de lo normal. El problema es cómo discernir entre una caída estacional y completamente normal o una caída del cabello que esté señalando un problema capilar real, una posible alopecia.
Hablamos de todo ello con Soledad Gómez, tricóloga de Clínica Capilárea, para saber cuándo debemos acudir a un profesional capilar y qué otros aspectos debemos tener en cuenta a la hora de elegir un tratamiento o solución al problema.
El injerto capilar está viviendo durante los últimos años una auténtica revolución. Muchos son los que apuestan por ello para solucionar sus problemas de alopecia. ¿Es siempre la mejor solución?
No siempre, porque no es una solución válida en todos los casos ni para todo el mundo. Lo primero que debemos conocer es la causa que está provocando el problema. Por ejemplo, si un paciente comienza a perder cabello como consecuencia de una enfermedad autoinmune, del estrés, de la ansiedad, la falta de sueño, el agotamiento, una mala alimentación... un injerto no sería la solución porque, aunque lo llevásemos a cabo, el pelo seguiría cayendo. Es esencial encontrar y conocer la causa para detener el problema. Por eso es tan importante realizar al paciente un estudio previo del cabello y todas las pruebas necesarias que nos lleven a un diagnóstico, antes de apostar por un tratamiento. Los milagros no existen, por muy bien que nos los intenten vender. Existen las soluciones, pero siempre adaptadas a cada caso concreto.
¿Y cuál sería ese primer paso para descubrir la causa que provoca la caída del cabello?
Solicitar la ayuda de un profesional, un tricólogo. Su asesoramiento es clave. Hay que desconfiar de aquellos centros en los que el paciente es atendido por un comercial o personal no especializado en salud capilar. No nos pueden recomendar un tratamiento o una solución capilar si antes no se ha realizado un estudio detallado, si no tenemos un diagnóstico del problema, si no sabemos contra qué estamos luchando... No es serio, y probablemente estemos tirando nuestro dinero.
¿Y cuál es el papel del tricólogo?
En la primera consulta, es quien analiza el cabello y realiza (o solicita) las pruebas necesarias que nos van a llevar al diagnóstico. Solo así podremos recomendar el tratamiento o solución adecuado en ese caso concreto para frenar la caída y recuperar el pelo perdido. El tricólogo o tricóloga acompaña también al paciente durante todo el proceso, de principio a fin, asesorándole en todo momento y comprobando la evolución del cabello.
¿Hay tratamientos más efectivos que otros?
La eficacia de un tratamiento siempre va a depender de que sea justo el más adecuado para el paciente y para la patología o patologías que presenta. No existen tratamientos más efectivos y menos efectivos. Lo importante es dar con el adecuado. Algo que nos está ayudando en muchos casos a determinar qué tratamientos son más adecuados para cada paciente es el test genético capilar. Se trata de una prueba muy sencilla que nos da información acerca de cómo va a reaccionar el paciente frente a diferentes fármacos o ingredientes. Así, podremos saber si ese paciente reaccionará mejor a tratamientos antiandrógenos o, por el contrario, si habrá que apostar por otro tipo de tratamientos, como los vasodilatadores. Es una gran ayuda a la hora de dar con la clave del problema que causa la caída.
Entonces, ¿cuándo sí sería recomendable un injerto capilar?
Cuando al paciente se le ha diagnosticado una Alopecia Androgenética (también conocida por todos como calvicie común). Siempre que sea viable, apostar por un injerto es una buena elección, ya que es una solución natural y duradera. No existe la probabilidad de rechazo, ya que el pelo es el del propio paciente. Y los resultados son muy buenos, y empiezan a verse a los pocos meses. Lo que sí es importante, antes de realizarlo, es que el cirujano pueda definir el diseño con el cliente y hablar con él sobre los resultados reales (máximos) que va a poder conseguir. A veces se tienen unas expectativas que no se pueden alcanzar, por eso es fundamental hablar y explicarle al paciente los resultados reales tras el microinjerto capilar, cuánto cabello va a poder recuperar tras la intervención. Hay que ser transparentes en todo momento.
Existen dos técnicas (FUSS y FUE) de injerto capilar. ¿Cómo saber cuál elegir?
Digamos que la técnica FUSS está recomendada de forma especial para pacientes con Alopecias Androgenéticas más avanzadas. En esta técnica se le extrae al paciente una tira de cuero cabelludo de la parte de la nuca. De ahí se extraerán y se clasificarán las unidades foliculares que después el cirujano implantará en las zonas a repoblar. Por su parte, la técnica FUE de microinjerto se indica para alopecias menos avanzadas, en sus primeras fases. Suele usarse también para recuperar el vello de cejas y barba o para tapar cicatrices, y con muy buenos resultados.
Y tanto si optamos por un injerto como por otro tratamiento capilar, ¿tenemos que seguir cuidando o tratando en casa el cabello de forma especial?
Desde luego, es lo ideal. Sobre todo con los productos de tratamiento tópico adecuados (champús y ampollas anti caída, mascarillas, serums, exfoliantes capilares...). Lo importante es que el producto sea el adecuado para el tipo de cabello y problema del paciente (y muchos de nosotros ni siquiera sabemos qué tipo de cabello es el nuestro). Un buen tratamiento en casa que refuerce el tratamiento aplicado en la clínica hará que los resultados sean más efectivos y duraderos. Y ahí también es esencial el asesoramiento de un especialista capilar.