El término alopecia proviene del griego ‘alópex’, que se refiere a la pérdida anormal del cabello. Es un término genérico que indica la pérdida de densidad capilar o la degradación del cabello, que puede llevar progresivamente a un adelgazamiento o a una desaparición total del mismo.
La alopecia no solo afecta al cuero cabelludo. Puede afectar:
Existen diferentes tipos de alopecia y puede ser un indicador de distintas enfermedades o patologías. Los tipos de alopecias más conocidas y comunes son la Areata y la Androgenética. Esta última en particular afecta al 70% de los hombres y al 40% de la población femenina.
Los hombres y las mujeres de todas las edades, incluidos los niños, pueden sufrir algún tipo de alopecia o pérdida capilar en algún momento de su vida. En general, en los hombres la pérdida de cabello se centra en las sienes (lo que conocemos como entradas o alopecia frontal) y en la parte superior de la cabeza (la coronilla), mientras que en la alopecia femenina hay un adelgazamiento generalizado en la parte superior de la cabeza, una caída capilar más difusa.
Tanto las causas que la provocan como los tipos de alopecias que existen son diversas. Suele causar la pérdida de cabello en el cuero cabelludo, pero también hay casos en los que se ven afectadas otras zonas y se produce la pérdida también de vello facial (cejas, pestañas, barba) o vello corporal.
Se trata de un problema que afecta de forma especial a la autoestima de quien lo sufre, que ve cómo su cabello cae y su imagen cambia y se ve mermada sin poder evitarlo.
El tipo de alopecia más habitual y generalizado es la Alopecia Androgenética o Androgénica, también conocida como calvicie común, y que tiene un componente genético. Existen también otros tipos de alopecia muy frecuentes (como la Alopecia Areata) que causan la pérdida parcial o total del pelo y cuyas causas son muy diferentes.
La pérdida de cabello puede depender de muchas causas y factores, no todos reconocidos o fácilmente identificables, por lo que es esencial ponerse en contacto con un médico o especialista capilar con experiencia en dermatología y tricología. El especialista podrá evaluar cuidadosamente todos los síntomas del paciente, realizar las pruebas y el examen capilar necesarios para el diagnóstico del problema, identificar correctamente las causas que han producido la pérdida del cabello y, sobre todo, indicar y aconsejar qué terapia o terapias seguir para eliminar o mitigar el problema.
Entre las causas más comunes que pueden provocar una pérdida de cabello o alopecia encontramos:
Además, debemos tener presentes otros factores externos que contribuyen a su desarrollo, como la contaminación del aire, el daño atmosférico o la exposición excesiva a los rayos UV.
De la misma forma, una alimentación inadecuada (que provoque una falta de nutrientes esencial para el desarrollo y crecimiento del cabello) o un período continuado de estrés o ansiedad, pueden actuar como factores desencadenantes de la caída del cabello y del deterioro del mismo.
Si no cuidamos nuestro estilo de vida y nuestros hábitos diarios, estos pueden llegar a tener un impacto negativo en nuestra salud o en la acentuación y empeoramiento de algunos síntomas o enfermedades.
Lo mismo ocurre con el cabello. Cuando notamos una mayor caída capilar (y las causas genéticas, hormonales o autoinmunes están descartadas) podemos identificar la causa de esta alopecia en muchos casos en una combinación dañina de estrés emocional, malos hábitos y malnutrición que termina pasando factura a nuestro pelo, debilitándolo, haciéndolo más delgado y opaco, y en consecuencia, acelerando la pérdida.
Hay algunos mitos que deben ser disipados en cuanto a las causas que provocan la pérdida de cabello. De hecho, los especialistas subrayan que, a diferencia de muchas personas, el uso de sombreros y cascos o el lavado frecuente no influyen en la pérdida del cabello.
Según los profesionales de la Clínica Capilárea, la mejor forma de prevenir la caída es conocer el origen/motivo de la misma a tiempo para que un especialista nos indique el tratamiento capilar más adecuado y efectivo en nuestro caso. Haciéndolo al inicio es todo mucho más sencillo.
Como ya hemos visto, este es un término genérico que simplemente indica la pérdida de cabello. De hecho literalmente significa "zorro" en griego (alópex) por la característica pérdida del cabello en parches que el zorro sufre durante la primavera.
Hay, por lo tanto, diferentes tipos de alopecia, cada uno de los cuales presenta una etiología y un curso diferente entre sí.
Entre las alopecias más frecuentes y conocidas se encuentran:
La rama de la medicina que trata la piel y el cuero cabelludo es la Dermatología, por lo que el médico especialista que se ocupa del cuidado del cabello y, en consecuencia, también de su pérdida, es el dermatólogo.
También esencial es la figura del tricólogo. La tricología es la ciencia que estudia el cabello, por lo que el tricólogo es un especialista del cabello y de sus enfermedades. Mientras el dermatólogo está especializado en las patologías de la piel, el tricólogo lo está en las del cuero cabelludo y los folículos pilosos.
Para cualquier tratamiento médico, siempre es esencial ponerse en contacto con especialistas médicos y cirujanos acreditados:
Según los profesionales de las Clínicas Be, la mejor clínica es la que tiene unas instalaciones y equipos óptimos para realizar los tratamientos. Además, el especialista debe tener experiencia y estudios, certificados y permisos que lo capaciten para poder ejercer.
Durante la primera visita, el médico o especialista tendrá la oportunidad de evaluar el grado de alopecia, la extensión de la pérdida de cabello y el estado del área donante, en caso de que se decida optar por un trasplante capilar.
El dermatólogo y/o tricólogo, después de recopilar toda la información sobre el estado de salud y la historia clínica del paciente, realizará un examen físico y le indicará la realización de algunos exámenes específicos.
Las pruebas que pueden ser requeridas por el especialista con el fin de formular un diagnóstico correcto y tratamiento son las siguientes:
Los pacientes pueden recurrir tanto a una terapia médica como quirúrgica. En el primer caso, hay varios ingredientes activos que pueden ayudar a contrarrestar los efectos de los distintos tipos de alopecia.
Según los especialistas de Clínica Capilárea, en aquellos casos en que nos enfrentamos a una alopecia androgenética avanzada, lo más habitual será optar por un microinjerto o aplicar un sistema de integración capilar. Sin embargo, si estamos frente a los primeros síntomas, la mejor opción es apostar por la línea de tratamiento tanto médico como cosmético.
En lo que respecta a la terapia quirúrgica (injerto capilar), existe la posibilidad de lograr un microinjerto capilar, que consiste en extraer pelo de una zona sana del cuero cabelludo del paciente para implantarlo después en las zonas que se desean repoblar. El trasplante se puede realizar mediante dos técnicas:
El trasplante de cabello no tiene contraindicaciones particulares, ya que se injerta pelo del propio paciente y no hay posibilidad de rechazo. Pero no todos los pacientes son aptos, como decíamos anteriormente, para someterse a un microinjerto capilar. Hay casos para los que no está indicado, como alopecias de posible origen autoinmune, que pueden reducir la eficacia del resultado de la misma acción. Según los especialistas de Clínica Capilárea, los primeros resultados serán visibles a partir de los 3 meses. El resultado ya es notable después de aproximadamente 6-8 meses desde la operación, es decir, cuando se pueda evaluar el grado de crecimiento de todas las unidades foliculares implantadas, y el resultado óptimo será al año de la intervención.
Otra opción son otro tipo de tratamientos de Bioestimulación Capilar, que consisten en la inyección de vitaminas, minerales y principios activos que el paciente recibe para estimular la reactivación de los folículos pilosos. En este caso, se necesitan al menos 6 sesiones con el fin de obtener un buen resultado.
En el caso de los trasplantes capilares, la tasa de éxito del procedimiento quirúrgico suele ser muy elevada. De hecho, según los profesionales de Svenson, el 93% de pacientes están satisfechos con el tratamiento y 8 de cada 10 notan una evolución positiva del cabello.
Cuando se realizan tratamientos médicos, los pacientes suelen estar en una fase más temprana de calvicie, por este motivo, si se realizan los tratamientos como prevención y en el momento adecuado, suelen ser efectivos.
No hay que olvidar que la calvicie puede afectar a la autoestima de quien la sufre, por este motivo, recuperar el pelo suele ser sinónimo de felicidad y más seguridad en uno mismo.
Las complicaciones son extrañas pero como en todo procedimiento, pueden producirse algunas contraindicaciones. Las más comunes sobretodo en los injertos capilares son las siguientes:
Hay que tener en cuenta que, en caso de quedar cicatrices, se suelen tapar perfectamente con el pelo por lo que no quedan visibles.
Para evitar complicaciones es fundamental contar en todo momento con la ayuda y asesoramiento del profesional adecuado, que debe hacer el seguimiento pertinente tras la intervención quirúrgica.